La Magia Pura | Bloque Básico | La Imaginación

El acto de imaginar comprende todas las manifestaciones de nuestra mente para llevar a cabo una visualización de lo que hacemos, de lo que sentimos, de las cosas que queremos para nuestra vida, de las cosas que nos aquejan, de aquellos sentimientos que nos gobiernan y sobre todo de aquellas cosas con las que soñamos.

La imaginación es incluso una realidad que ya mencionamos en el capítulo anterior, pero el acto de imaginar es como ver imágenes en acción, y todo lo que acarrea en nuestro cuerpo el solo hecho de hacer esto es algo que termina por introducirnos en ese universo tan vasto de posibilidades.
La imaginación es la herramienta fundamental que nos da la mente para  funcionar en nuestra vida social y en nuestra vida personal, pero es a su vez la vía para encaminar todo lo que pensamos dándole unos parámetros y auspiciándole una realidad a todo lo que se nos pasa por la cabeza.
Resulta especial el hecho de que todas las comodidades que poseemos tales como nuestros bienes materiales tan preciados o tan necesarios a la hora de servirnos de ellos, para suplir nuestras necesidades comenzaron a existir en la imaginación de la persona que los construyó.
Posiblemente si nos preguntamos que ha sido de nuestras vidas hasta ahora entenderíamos que todo lo que hemos anhelado y creímos posible se manifestó abiertamente en nuestra existencia.
Todo ello dependió de nuestra capacidad de imaginar inspirada por los acontecimientos del pasado y llevada a cabo en la práctica a veces rápido y a veces despacio hasta llegar al plano físico normalmente.
La imaginación es el acto de construir estructuras que  vibraron tan fuerte en la realidad de la imaginación y le colocamos tanta energía a esas estructuras, que estas viajaron lenta o rápidamente hasta la realidad física y ahora disfrutamos de ellas plenamente.
Pero la imaginación es la llave para obrar la magia en cualquiera de los planos de realidad en el que nos encontremos.
Tenemos una base  que nos dice que todo lo que normalmente construimos con la imaginación tiene sus cimientos en las realidades mentales, sin embargo todo lo que comienza en un plano diferente al mental hace parte de una voluntad o necesidad de dicho plano, la cual usa como vehículo al plano mental para que desde allí pueda manifestarse en cualquiera de las realidades que se desee.
Regla de oro
“Hay que entender un principio de raíz; que todas las realidades  coexisten en el mismo espacio pero en diferentes tiempos o en estados de no tiempo. Pero también coexisten en  un mismo tiempo o estado de no tiempo pero en diferentes espacios. Y coexisten en estados de no espacio y no tiempo.”
La imaginación es como la instrucción o grupo de ellas que le permite a la mente decirle al cuerpo físico  cuanta energía bio- eléctrica necesita para generar un cambio o alteración en la realidad física por ejemplo.
Pero esas instrucciones pasan de manera inconciente por todos los nervios del cuerpo físico y entonces se manifiesta en la realidad física aquello que se desea construir partiendo de una voluntad desde otra parte del  ser.
Por otro lado cuando le añadimos un toque de conciencia y certeza a lo que imaginamos, esto toma más fuerza y luego  adquiere energía y se manifiesta en cualquier plano en el que se desee actuar.
Este último concepto se llama psicotrónica, la cual se basa en la energía que es transformada por la conciencia  y llevada al hecho usando un poco de energía de cualquier tipo, lo cual se especificará en el siguiente capítulo basado en la dosificación y tipos de  obtención de energía.
Se sabe que para toda acción se requiere de un caudal de energía suficiente para que se pueda efectuar dicha acción.
Como parte del tema de la imaginación citamos entonces el tema de la visualización, lo cual es lo mismo que imaginar, pero con una disciplina férrea dirigida a una voluntad de construir algo en nuestra mente. Y que es menester entender que para poder hacer crear cualquier efecto en el plano físico debemos aprender a proyectar lo que imaginamos con los ojos abiertos, para así darle unas coordenadas específicas a nuestra mente de aquello que vamos a realizar; teniendo en cuenta de que  para hacerlo, esto demanda un esfuerzo visual y cerebral, teniendo en cuneta que  el cerebro  se regula y permanece activo por medio de unos ciclos conocidos como ondas cerebrales basadas en un tipo de frecuencia. Dichas frecuencias son vibraciones  que manifiesta el cerebro tales como las ondas beta, alfa, theta, y delta entre otras. Resulta que cuando nos encontramos despiertos y muy alertas o en un estado de ira o cualquier emoción fuerte, nuestra cerebro  manifiesta inmediatamente ondas beta alta, las cuales son consecuencia del estado alterado  y frenético en el que nos encontramos, luego sigue el estado de beta media, que es cuando nos encontramos  en estado semi-normal y un poco alterables o irascibles; no estamos totalmente dispuestos a concentrarnos totalmente en lo que nos encontramos haciendo, luego llegamos al estado de beta baja, en cuyo caso nos encontramos en disposición de relax, y estamos completamente concientes de nosotros mismos y de nuestro alrededor.
Cuando cerramos los ojos empezamos a navegar en el estado de alfa, el cual es el estado de sueño común, en donde podemos conectarnos directamente con las realidades mentales y espirituales; no queriendo decir que esto no se pueda hacer con los ojos abiertos, pero en términos científicos, nuestro cerebro no está acostumbrado a realizar funciones diferentes a las que es encuentra habituado normalmente. El estado de theta pertenece a las realidades mentales más elevadas o de más alta vibración, y nuestros científicos lo conocen como el estado de sueño profundo, pero para la magia es un estado especial en el que se comienza a conectar en plazos cortos la realidad espiritual.
Por último tenemos el estado de delta, el cual conecta a la persona directamente  con la realidad espiritual, desconectando parcialmente el cuerpo físico y dejando al espíritu divagar libremente por las realidades internas y externas de la mente y la conciencia, la medicina actual reconoce este como el estado de coma profundo. Todo esto llega a la conclusión de que a la hora de proyectar cualquier tarea  de visualización, el cerebro se vea en la obligación de alterar una función que era natural a la hora de dormir y pasarla al plano físico usando los ojos para generar las coordenadas necesarias de lo que se está pidiendo. Esto normalmente termina en sueño y saturación las primeras veces, pero después del ejercicio constante, esto hace que el cerebro comience laborar de forma diferente a lo acostumbrado y que despierte y conecte regiones que antes se encontraban dormidas.
Así mismo sucede cuando se imitan otras frecuencias cerebrales con los ojos abiertos, entonces la mente conecta al cuerpo físico con otras realidades.
Para una práctica sencilla puedes hacer lo siguiente:
Siéntate cómodamente en frente de una pared.
luego cierra tus ojos e imagina una pelota de caucho color rojo.
ahora abre tus ojos y proyecta con tu imaginación la misma pelota roja pero dibujada en la pared.
luego dale forma a esta y extráela de la pared usando y imaginación.
ahora toma la pelota en tu mano e imita que sientes su textura.
siente la textura de esa bola y luego lánzala entra la pared haz que retorne a tu mano.
toma la pelota en tu mano y luego ciérrala desapareciendo la bola dentro de ella.
Esta práctica te coloca en el camino de lo que se te quiere enseñar, así es como se visualiza todo en la magia, al visualizar primero en tu mente dicha pelota con tus ojos cerrados podrás notar que esta fue mucho más fácil de crear, pero al abrir los ojos notas inmediatamente que es lleva mayor trabajo para hacerlo.
Regla de oro
“Imaginar es tan simple como actuar, pero tan diferente es proyectar que el acto no es como imaginar…”