En el antiguo Egipto, los curadores y practicantes de las artes mágicas curaban los dolores de cabeza (así como otros dolores y malestares corporales) de la siguiente manera:
primero se frotaba un clavo en la parte del cuerpo en la que estaba el dolor y entonces se colocaba el clavo debajo de la almohada del paciente durante una noche para que absorviera el dolor mientras dormía o bien, se clavaba en el tronco de un árbol, en la puerta de la ciudad o en un pilar especialmente destinado a eso.
primero se frotaba un clavo en la parte del cuerpo en la que estaba el dolor y entonces se colocaba el clavo debajo de la almohada del paciente durante una noche para que absorviera el dolor mientras dormía o bien, se clavaba en el tronco de un árbol, en la puerta de la ciudad o en un pilar especialmente destinado a eso.