Un hombre viejo, armado de una lámpara y un bastón, parte a buscar algo donde nadie ha querido ir.
Esta carta se parece mucho a El Loco, con la gran diferencia de que este Arcano va mucho mejor armado para el viaje. La lámpara en la mano derecha simboliza a la sabiduría en acción y el bastón es el apoyo que la percepción te puede dar en los momentos de mayor oscuridad, siendo ambos elementos el manifiesto de una madurez que puede ser tanto física como también interna.
Lo suyo no es aventurarse, como El Loco, sino aprender de sí mismo y de lo que le rodea sin importar demasiado aquello que ha dejado detrás. Ha aprendido a desprenderse de todo lo que tenía, sabiendo bien que lo más importante irá siempre con él y que lo material que ha optado por dejar de lado puede obtenerlo nuevamente con facilidad. No tiene miedo de quedarse solo para encontrar su verdad, porque sabe con extrema certeza de que ése es el camino a seguir y que, conseguido el objetivo, puede ser un referente para todos.
Posición Derecha: La Sabiduría.
Esta carta puede representar a una persona no necesariamente vieja, pero mucho más madura que otras de su edad (yo se la adjudiqué una vez a un tipo de mi edad y lo representó perfectamente) y más consciente de lo que tiene que hacer. Puede ser un guía o un referente de que hay otras realidades en esta tierra, no sólo la material, dando un especial mensaje al consultante para que suelte el miedo a perder objetos. También simboliza un posible encuentro con nuestro interior y la necesidad que tiene nuestra esencia de no perderse, de ser captada por nuestro Yo más superficial, como una especie de llamada de atención que no debe de ser ignorada. Tras este posible viaje espiritual saldrá un consultante mucho más completo y equilibrado, eso sí, hay que perder algunas cosas para poder ganar esas otras que nos serán de mayor utilidad en el futuro y también hay que advertir que este viaje es en soledad y que, probablemente, no muchos entenderán esta decisión.
Posición Invertida: Preguntas sin Respuesta.
El consultante puede que vaya a buscar respuestas donde no hay, ya sea a través de gente que no sabe lo que hace como a grupos que nada más engañan. No conviene buscar la verdad afuera, sino adentro, meditando y pensando lo que él quiere realmente. Esta posición también representa una búsqueda de la verdad que no está siendo bien llevada, sino que es un pretexto para no realizar algo más. La sabiduría no viene de los libros, sino que éstos son ejemplos a seguir para hallar nuestras propias capacidades y nuestra luz interior, no hay que tomar lo que se dice como verdad absoluta, porque esto nos llevará a transitar la senda de otros que no tienen nada que ver con uno. Puede aparecer una persona charlatana que se dice profeta o gente que se cree poseedora de la última palabra, como una especie de prueba de discernimiento para ver si el consultante es consecuente con su realidad interior. Del creerles o no depende el futuro interno y externo, por muy inocente que el acto de creer parezca.
Esta carta se parece mucho a El Loco, con la gran diferencia de que este Arcano va mucho mejor armado para el viaje. La lámpara en la mano derecha simboliza a la sabiduría en acción y el bastón es el apoyo que la percepción te puede dar en los momentos de mayor oscuridad, siendo ambos elementos el manifiesto de una madurez que puede ser tanto física como también interna.
Lo suyo no es aventurarse, como El Loco, sino aprender de sí mismo y de lo que le rodea sin importar demasiado aquello que ha dejado detrás. Ha aprendido a desprenderse de todo lo que tenía, sabiendo bien que lo más importante irá siempre con él y que lo material que ha optado por dejar de lado puede obtenerlo nuevamente con facilidad. No tiene miedo de quedarse solo para encontrar su verdad, porque sabe con extrema certeza de que ése es el camino a seguir y que, conseguido el objetivo, puede ser un referente para todos.
Posición Derecha: La Sabiduría.
Esta carta puede representar a una persona no necesariamente vieja, pero mucho más madura que otras de su edad (yo se la adjudiqué una vez a un tipo de mi edad y lo representó perfectamente) y más consciente de lo que tiene que hacer. Puede ser un guía o un referente de que hay otras realidades en esta tierra, no sólo la material, dando un especial mensaje al consultante para que suelte el miedo a perder objetos. También simboliza un posible encuentro con nuestro interior y la necesidad que tiene nuestra esencia de no perderse, de ser captada por nuestro Yo más superficial, como una especie de llamada de atención que no debe de ser ignorada. Tras este posible viaje espiritual saldrá un consultante mucho más completo y equilibrado, eso sí, hay que perder algunas cosas para poder ganar esas otras que nos serán de mayor utilidad en el futuro y también hay que advertir que este viaje es en soledad y que, probablemente, no muchos entenderán esta decisión.
Posición Invertida: Preguntas sin Respuesta.
El consultante puede que vaya a buscar respuestas donde no hay, ya sea a través de gente que no sabe lo que hace como a grupos que nada más engañan. No conviene buscar la verdad afuera, sino adentro, meditando y pensando lo que él quiere realmente. Esta posición también representa una búsqueda de la verdad que no está siendo bien llevada, sino que es un pretexto para no realizar algo más. La sabiduría no viene de los libros, sino que éstos son ejemplos a seguir para hallar nuestras propias capacidades y nuestra luz interior, no hay que tomar lo que se dice como verdad absoluta, porque esto nos llevará a transitar la senda de otros que no tienen nada que ver con uno. Puede aparecer una persona charlatana que se dice profeta o gente que se cree poseedora de la última palabra, como una especie de prueba de discernimiento para ver si el consultante es consecuente con su realidad interior. Del creerles o no depende el futuro interno y externo, por muy inocente que el acto de creer parezca.